Isaac Albéniz: Zambra Granadina

Aunque esta Zambra Granadina es quizá más conocida o interpretada en su versión para guitarra (existe también una versión orquestal realizada por Rafael Ferrer) no hay que olvidar que esta “Danse orientale” (como reza en su subtitulo) fue compuesta originalmente para piano en 1890 durante la estancia del autor en Londres.

Con esta obra Albéniz realiza un nuevo homenaje a la ciudad de Granada y al baile de la zambra, cuyo característico ritmo le era muy querido, tal y como demuestra que lo incluyera repetidamente en diversas suites. Con una clara estructura tripartita ABA y una melodía sensual y evocadora, llena de referencias a la música gitana (por ejemplo el abundante uso de los intervalos aumentados), la pieza refleja el comienzo de la evolución en la producción  de Albéniz, combinando  el estilo “de salón” de sus comienzos  con un uso cada vez más estilizado de los elementos de origen popular.